Los bancos están obligados a notificar a la Agencia Tributaria algunos ingresos o retiradas de dinero cuando superan una determinada cantidad.
El pago en efectivo está en retroceso. Cada vez hay menos cajeros, crecen los usuarios que usan Bizum para sus transacciones, aumentan los clientes que recurren al comercio electrónico y se incrementan los ciudadanos que se han acostumbrado a tirar de tarjeta después de que en la pandemia se recomendase su uso en detrimento del abono en metálico.
Pero el efectivo sigue estando en el foco de la Agencia Tributaria que, en su cruzada por acabar con el blanqueo de dinero y los pagos en negro en la economía sumergida, investiga cualquier movimiento sospechoso para conocer la procedencia. A efectos legales, el efectivo son los billetes y monedas nacionales y extranjeros, pero también lo son los cheques bancarios al portador y cualquier otro medio de pago, como el bitcoin.
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